jueves, 8 de marzo de 2012

Algunos años atrás.

Comienzo esta reflexión en mitad del estudio del, a priori fácil, exámen de biología que tengo mañana, solo para no olvidar el hilo de lo que quiero hablar: mi vida en el pasado. Y es que es cierto eso de "cualquier tiempo pasado fue mejor", solo fijandonos en el ámbito estudiantil ahora mismo daría lo que no tengo por volver a estar cursando 2º de ESO o 4º, incluso el 1º de Bachillerato que deje atrás el curso pasado. Y es que es un autentico agobio pegarte una semana estresado con un éxamen y una vez que lo has hecho no poder siquiera respirar y suspirar por el problema, o bien superado o bien pospuesto, porque tienes que ponerte a estudiar para otro examen, y cuando mañana termine el de biologia, me espera un fantástico (ironía) fin de semana repasando una vez más las 5 vías del amigo Santo Tomas de Aquino, alguna que otra cosilla más de su estúpido pensamiento cristiano, el contexto de la época en la que vivio y al amigo Aristóteles para completar el exámen (a mi el macedonio se me hace mas ameno).
Volviendo al tema original y alejandonos de mi estresante vida de estudiante, os explico porqué pienso esto ahora: Hace unos días en la clase de francés, recordamos junto al profesor cuando eramos más enanos (con el mismo desde 2º de ESO) y como el hombre se dió un porrazo con el ventilador, lo que despertó, o increpó levemente mejor, en mí ese aire de nostalgia, puesto hoy en pie al hablar con un compañero de clase de como nos lo pasabamos en 4º de ESO (también). Y es verdad oiga, no me preocupaba por hacer deberes, estudiaba lo justo y sacaba so good las asignaturas, salía algunos fines de semana a cenar por ahí, a simplemente dar una vuelta, quedaba algún que otro domingo por la mañana para jugar una divertida pachanga de fútbol y despues viciarme al FIFA con los colegas... Vaya, eso sí que era vida. Debo ser sincero, nunca he sido uno de estos chavales que salga continuamente por ahí, por dos cosas: la primera, no es mi estilo, aunque si que me gusta darme un homenaje de vez en cuando (Borrachera tras selectividad), y la segunda, y por desgracia creo que mas importante, no todo el mundo cuenta conmigo para eso. Pues en este curso, el último de la ESO y tras un fantástico viaje a Roma con el instituto, la gentecilla de la clase decidió hacer una macro quedada para ir all together a la Feria de Abril de Sevilla (en mayúsculas porque es mi tierra). Se abrió en ese momento ante mi la posibilidad de salir mas con un grupo de gente mas variado, lo que han hecho todos esos compañeros con los que antes jugaba al FIFA, que un tiempo atrás llamé erroneamente amigos y hoy son poco más que conocidos de los cuales solo me saludan un par de ellos. Aunque no de todo me puedo quejar claro, tengo una novia que me quiere (es uno de los motivos por los que ya no salgo con esa gente, pero no la culpo, no siento que me haya hecho ningún mal por ello) y tengo unos pedazo de amigotes, de los de verdad, de los que si un día los llamo a las 3 de la mañana con el Katrina pululando por el barrio acudirán a mi llamada, para escucharme, aconsejarme o simplemente hacerme pasar un rato entretenido para amenizar el problema que me ocupe. Y bueno, creo que esta entrada es larguita, asi que voy a dividir este sentimiento en dos partes, si veo que se me alarga en tres. En el próximo que escriba haré un recordatorio de los momentos que me han hecho realmente feliz en mi vida.

Espero que os haya gustado, aunque me estoy dando cuenta de que nada de lo escrito tiene sentido, pero a lo mejor vosotros podeis encontrarselo. Saludos.

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